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04. Interludio musical

sevioptero edited this page Jan 15, 2021 · 1 revision

4. Interludio musical

En este capítulo vamos a dar una introducción a la terminología y la notación de la música. Si el lector conoce la notación musical, o si toca algún instrumento, dé un rápido repaso a este capítulo y pase al siguiente. Pero, dado que este libro va dirigido a todo tipo de usuarios, no quedaría completo si no explicásemos algo de la jerga de los músicos. Este capítulo no es, ni puede serlo, un curso completo; pero si lo lee detenidamente, le servirá para entender los capítulos posteriores, en los que hablaremos de cómo convertir una pieza musical en un programa de ordenador.

PENTAGRAMAS Y NOTAS

Antes de nada, unas palabras de ánimo. No se deje abrumar por la notación musical. Para quien no sepa nada de música puede parecer muy críptica: todas esas rayas, puntos, signos extraños... Pero no es tan difícil como a usted le parece. Vamos a ver primero de qué medios se valen los compositores para poner su obra en papel. La música se escribe en papel rayado; esto no le parecerá tan raro si recuerda los cuadernos de caligrafía. En el caso de la música, las rayas están agrupadas de cinco en cinco, según se muestra en la figura 4.1. Un grupo de rayas es lo que se llama pentagrama.

Fig. 4.1 Un pentagrama vacío. Los tonos musicales se representan en el pentagrama mediante signos llamados notas. La posición en vertical (la altura) de una nota indica su tono.

Las notas se pueden escribir sobre las líneas o entre dos de ellas. La altura a la que se encuentra una nota indica su nombre. En la figura 4.2 damos un ejemplo. En esta figura aparecen tanto los nombres españoles de las notas (DO, RE, MI...) como los ingleses (C, D, E...).

Fig. 4.2 Serie de notas en un pentagrama.

Observe que a cada siete notas los nombres se repiten; es decir, las siete primeras notas son DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI, y la siguiente vuelve a ser la DO, pero una octava más arriba que la primera. Si hay notas demasiado altas o demasiado bajas que no quepan en el pentagrama, su altura se indica con unas pequeñas rayas adicionales, con las que, por consiguiente, el músico puede ampliar el pentagrama. Sin embargo, no es costumbre poner demasiadas de estas rayas adicionales, pues si así se hiciera la música resultaría prácticamente ilegible.

DURACIÓN

Ya sabemos cómo se indica el tono de las notas en las partituras. Veamos ahora cómo se representa su duración. Hay diversos signos que caracterizan las diferentes duraciones. No olvide que la duración de las notas no es lo mismo que el tempo, o velocidad a la que se las interpreta; de esto nos ocuparemos algo más tarde. Los valores de tiempo de las notas indican su duración por comparación con otras. En la tabla 4.1 se da la lista de los símbolos y duraciones.

La redonda es (normalmente) la nota más larga; la fusa, la más corta. Si se escribe un punto (.) a continuación del símbolo de una nota, la duración de ésta se multiplica por 1.5. También se pueden indicar períodos de silencio insertando pausas entre notas. En la figura 4.3 se dan los símbolos de los silencios; las duraciones son iguales que en las notas de su mismo nombre.

Si el silencio ha de ser muy largo, se pone un número sobre el signo. Por ejemplo, el número 12 puesto sobre un signo de silencio indica una pausa de 12 veces la correspondiente a ese signo.

Nota Nombre
𝅝 Redonda
𝅗𝅥 Blanca
𝅘𝅥 Negra
𝅘𝅥𝅮 Corchea
𝅘𝅥𝅯 Semicorchea
𝅘𝅥𝅰 Fusa

Tabla 4.1 Valores del tiempo

Fig. 4.3 Silencios.

CLAVES Y ESCALAS

Hemos dicho antes que el pentagrama se puede ampliar con unas líneas adicionales. Para facilitar la lectura de la música se pueden utilizar dos pentagramas paralelos. Habrá, pues, dos pentagramas distintos cuyo intervalo tonal se indica mediante un signo: la clave. Este signo se pone al principio del pentagrama y fija el tono de una determinada nota. Las dos claves más frecuentes, sobre todo en música para piano, son las de SOL Y FA. La clave de SOL es la de tono más alto de las dos. Estas escalas están representadas en la figura 4.4.

Fig. 4.4 Claves básicas.

Observe que la posición de una nota determinada depende de la clave en la que esté. La nota DO media queda entre los dos pentagramas. Cada serie de ocho notas forma una escala. La más sencilla es la de DO mayor. Su situación en el piano se ilustra en la figura 4.5.

Como puede ver en la figura, la escala de DO mayor sólo utiliza teclas blancas. Además, no hay teclas negras entre MI y FA ni entre SI y DO. Las notas MI y FA están muy próximas entre sí: sólo hay un semitono entre ellas. Lo mismo ocurre con SI y DO. Todos los demás pares de teclas tienen una tecla negra en medio; la distancia entre las correspondientes notas es de dos semitonos. Todas las escalas mayores responden al mismo esquema: tono-tono-semitono-tono-tono-tono-semitono. Si usted va tocando todas las teclas del piano (incluidas las negras) de izquierda a derecha, estará avanzando de semitono en semitono; cuando haya tocado doce teclas, habrá vuelto a la primera nota. Esta sucesión de 12 semitonos es una escala cromática.

Para ejecutar otras escalas mayores, distintas de la de DO, son necesarias las teclas negras.

Fig. 4.5 Relación entre las notas del pentagrama y las teclas del piano.

A estas teclas se las designa por el nombre de una de las dos blancas adyacentes. Por ejemplo, la que está a un semitono por encima de DO se llama DO sostenido (#); la que está por debajo, DO bemol (b). Si se ponen estos signos al principio de la partitura, se les llama signatura de clave. Por ejemplo, la signatura de clave de SOL mayor tiene un sostenido (#), que es FA#. Esto significa que cuando se interpreta la escala, la nota FA se eleva siempre un semitono. En la figura 4.6 se dan unos ejemplos de signaturas de clave.

Fig. 4.6 Algunas signaturas de clave.

Una nota que ha sido afectada por un sostenido o un bemol puede ser devuelta a su tono original mediante el signo ♮ (becuadro), que cancela el sostenido o el bemol.

COMPASES Y RITMO

La música está dividida en porciones llamadas medidas o compases. En el pentagrama estas divisiones se indican con unas rayas verticales, las llamadas líneas de compás. Una raya vertical doble indica el final de un pasaje o pieza. Al principio de la partitura se especifica la duración de los compases mediante la signatura de tiempo. Está formada por un número superior y otro inferior; el superior indica el número de movimientos o golpes de que consta el compás; el inferior, la duración de cada uno de ellos. Véase el ejemplo de la figura 4.7.

Fig. 4.7 Compases y valores de tiempo.

En este caso la signatura de tiempo es 2/4. Esto le indica al músico que cada compás consta de 2 golpes, y que cada golpe tiene la duración de una negra, representada por el número 4. Mediante estas notaciones se especifica el ritmo.

Otros detalles interesantes que podemos señalar son las diferentes formas en que se puede ejecutar una nota. En primer lugar, si hay un punto por encima o por debajo de una nota, esto indica que la nota se debe interpretar en «staccato», es decir, recortando la nota para dejar una breve pausa entre ella y la siguiente.

El efecto contrario es el «ligado». Si dos notas están unidas mediante un arco, las notas se deben enlazar de forma suave y continua.

Finalmente, si el arco une dos notas del mismo tono, el efecto es una «ligadura». Esto significa que se debe ejecutar una sola nota de duración igual a la suma de las de las dos notas unidas.

En la figura 4.8 se dan ejemplos de estas tres posibilidades.

Fig. 4.8 Ligado, ligadura y staccato.

Es posible que el lector se haya perdido un poco en todas estas explicaciones. No debe preocuparse por ello, porque tampoco es necesario que se sepa toda esta terminología de memoria; le servirá, eso sí, cuando más adelante volvamos a mencionar alguno de estos puntos. En un libro de este tamaño no es posible dar un repaso completo a los fundamentos de la música, ni siquiera a nivel elemental. Si desea profundizar en la teoría musical, consulte alguno de los muchos libros que hay dedicados al tema.

A medida que vayamos avanzando, comprobará que lo que hemos explicado en este capítulo le va a servir para comprender mejor los programas musicales y para convertir las partituras a una forma inteligible para el Amstrad. Vuelva a leer este capítulo si lo cree necesario, y pase luego al capítulo 5, en el que empezaremos a escribir música en el Amstrad.

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